Soy Iraida y te voy a contar cómo el macramé ha cambiado mi vida
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MI HISTORIA
Tras 20 años trabajando en una empresa y debido a una reestructuración interna me vi en la calle, sin esperarlo, así, de golpe y porrazo, de un día para otro.
Fueron semanas difíciles, de agobio y ansiedad por la incertidumbre de si volvería a encontrar trabajo. Entonces decidí tomarme un tiempo antes de empezar con esa búsqueda para poder recomponerme. Pero tenía que ocupar todas esas horas que me habían quedado libres para dejar de pensar en el «qué pasará».
Fue entonces cuando empecé a trastear en Pinterest, donde veía bolsos, capazos, complementos de decoración que me gustaban mucho y quería aprender a hacerlos. De este modo llegue al macramé y el curso de Belén Senra me abrió al mundo de cuerdas y nudos.
Gracias al macramé pude salir adelante de una forma equilibrada y paciente, porque me aportó serenidad, actividad, creatividad, concentración… todo lo que en aquel momento me resultaba imprescindible para afrontar mi nueva situación.
Aún recuerdo que cuando era pequeña, iba a visitar a mi abuela y la veía tejiendo alguna chaquetita para alguno de mis primos que todavía no había nacido. Y por las noches, sentada al lado de mi madre en el sofá, la veía tejer un jersey o cualquier otra prenda para mí o para mi hermana. Sin embargo, nunca me dio por probar, no me llamaba nada la atención. Ahora, alguna que otra década después, estoy aquí tejiendo sin parar, ya sea a crochet o a nudos.
